Batea de mejillón gallego

De la mexilla a tu plato

La miticultura en Galicia (el cultivo del mejillón) es un proceso totalmente natural, ya que el mejillón aprovecha de manera eficiente la riqueza de nutrientes que la naturaleza regaló a las rías gallegas. Tanto es así, que consigue en nuestras costas su talla comercial (70-95 mm) en unos 17 meses, frente a lo que ocurre en otros países productores, donde el mejillón necesita de 2 a 6 veces más de tiempo para llegar a ese tamaño.

El mejillón de Galicia procede de las aproximadamente 3.300 bateas fondeadas en el interior de las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa, Muros-Noia y Ares-Betanzos.

En el post de hoy te contamos cómo se cultiva, es decir, cómo llega de la semilla hasta tu plato:

De la semilla

El primer paso es la obtención de la semilla o mexilla. En los meses de diciembre a abril los bateeiros despegan con rasquetas, en las rocas más batidas del litoral, la semilla de mejillón, y en los meses de marzo a junio (época de desove) cuelgan de las bateas las cuerdas colectoras para la captación de las larvas.

A la cuerda

La semilla de mejillón de un tamaño de 1-2 cm se lleva a la batea o al barco y se procede a la confección de las cuerdas de mexilla. La mexilla se envuelve sobre la cuerda con ayuda de una fina red biodegradable de rayón, dándole al mejillón tiempo suficiente para que se embise sobre la cuerda. Esta operación se hace bien manualmente, bien mediante máquinas encordadoras.

Y al desdoble

Después de 4 ó 6 meses en el mar, cuando el mejillón alcanza los 4,5-5,5 cm, se procede al izado de las cuerdas de semilla. Debido al considerable aumento de peso del mejillón, se hace necesario el desdoble de las cuerdas, esto es, la confección de nuevas cuerdas de densidad menor. Con este desdoble se facilita el crecimiento del mejillón, y además se evita su desprendimiento. Por cada cuerda de mexilla se obtienen entre dos a tres cuerdas de desdoble, de unos 30 kg cada una, que son devueltas al mar.

Tiempo de cosecha

Después de aproximadamente un año, el mejillón de desdoble alcanza su talla comercial. Las cuerdas son retiradas del agua con ayuda de una grúa y trasladadas al barco. Una vez en cubierta, si el mejillón se destina a comercializar en fresco, se limpia con abundante agua de mar y se traslada a una depuradora. Allí se procede a su selección por tallas, se depura y finalmente se introduce en sacos plásticos, listo ya para su traslado a los centros expedidores.

La época de cosecha del mejillón de Galicia depende, entre otras razones, de su uso final. Así, el mejillón destinado a las empresas transformadoras se cosecha generalmente en verano y el destinado al consumo en fresco se cosecha preferentemente durante el otoño y el invierno.

La batea

El sistema de cultivo tradicional en Galicia es la batea, un diseño autóctono que es el de mejor rendimiento de los conocidos, y que logró convertir a Galicia en líder europeo de producción.

La batea es un vivero flotante constituido por un entramado de madera de eucalipto, de forma más o menos rectangular, sobre el que se atan las cuerdas de mejillón. La batea se mantiene suspendida mediante un sistema de flotadores y fondeada mediante una o dos cadenas unidas a sendos bloques de hormigón, los “muertos”.

La batea está constituida por un máximo de 500 cuerdas de una longitud entre 9 y 12 m. Para distribuir el peso de la cuerda y evitar los desprendimientos o desplomes de mejillón, cada cuerda está atravesada cada 40 cm por unos listones de plástico.

La producción comercializable estimada por batea es de unas 45-50 toneladas al año.

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