Cómo limpiar almejas en casa

Cómo limpiar almejas fácilmente [ En casa ]

¿Sabes cómo limpiar almejas correctamente? En Mordeste vamos a darte unos trucos para limpiar las almejas sin privarlas de oxígeno.

Si sigues estos pasos podrás limpiar las almejas en un santiamén, en tu propia cocina y con buenos resultados. Podrás limpiar de esta manera cualquier tipo de almejas, japónicas, rubias, finas, babosas, chirlas… y también berberechos, bígaros y escupiñas.

¿Quieres eliminar la arena de las almejas para queden perfectas antes de cocinarlas? No te llevará mucho tiempo.

Las almejas que compras en mordestefoods.com ya vienen depuradas, libres de toxinas. En las depuradoras las almejas filtran agua limpia y en continuo movimiento, limpiándose así de forma natural.

En casa sólo tendrás que lavar las almejas para quitar alguna arenilla que quede o baba que hayan expulsado. Es fundamental hacerlo sin asfixiar la concha para poder mantener las almejas vivas.

Aunque nuestras almejas ya vengan depuradas y limpias por personal especializado, es normal que tengan algún resto en su interior pues viven enterradas en la arena. Podemos incluso encontrar alguna arenilla en las almejas que se comercializan en conserva.

Trucos para quitar la arena de las almejas

Vamos a ver cómo limpiar almejas para librarlas de restos. Es muy sencillo:

  • Compra el marisco en una pescadería de confianza;
  • Comprueba en el etiquetado el nombre de la especie y procedencia;
  • Si no las vas a cocinar inmediatamente, mete las almejas en la nevera sin abrir la malla que las contiene. Si quieres puedes envolverlas firmemente con un paño humedecido con agua. Guárdalas en la parte menos fría de la nevera;
  • Antes de cocinarlas pon las almejas en un colador bajo el grifo y deja correr el agua fría;
  • Mientras las lavas y les quitas las babas que puedan haber expulsado, aprovecha para desechar las almejas abiertas que no se cierran al presionarlas o las que tengan la concha rota. No son aptas para comer.

Te contamos lo que NO debes hacer en casa al recibir las almejas frescas:

  • Ponerlas a remojo en agua con sal. El agua estancada las priva de oxígeno. Una parte de las almejas acabará muriendo por asfixia y tendrás que desecharla;
  • Si no las vas a cocinar en el momento, abrir la malla y conservarlas sueltas en un táper;
  • Cocinar las almejas que estén rotas o abiertas y que no se cierran al presionarlas. Son almejas en mal estado que podrían echar a perder tu plato;
  • Si las vas a congelar (lo que no recomendamos), que sea en vivo y con mucho cuidado, revisándolas de una en una para que no se te escape alguna muerta y evitar así problemas serios.

Antaño, cuando la gente recogía las almejas directamente de la playa, solía intentar depurarlas en casa sumergiéndolas en un recipiente con agua fría y sal gorda. A día de hoy esta práctica no resulta aconsejable.

¿Te ha sido útil este post? Ahora tienes motivos de sobra para cambiar el chip antes de poner las almejas a remojo. Si quieres saber más, visita nuestra sección de marisco fresco. Y si todavía tienes dudas, puedes consultarnos y dejar que nuestros expertos te asesoren.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *